Medrano Camacho Emanuel, Ortega Amatitla Stephani Nallely, Hernandez Hernandez Erminia, Ramirez Gudiño Michel Alejandra, Reyes Mendoza Alejandra
Datos personales
- Derecho Inter.
- Medrano Camacho Emanuel Ortega Amatitla Stephani Nallely Hernandez Hernandez Erminia Ramirez Gudiño Michel Alejandra Reyes Mendoza Alejandra
Es increíble ver como las cuestiones de carácter personal. Llega hasta organos superiores. por ejemplo este hombre que tuvo una situaciòn sentimental muy fuerte con su pareja, tuvo que vengarze de la peor manera, privando de la vida a personas de la tercera edad sólo por el simple hecho de estar buascando a su esposa.
ResponderEliminarAhora el tribunal superior es el encargado de llevar este caso, es increible ver algo tan simple se vuelve en algo tan complejo.
Este proceso judicial que se llevo a cabo en un tribunal de carolina del norte fue algo absurdo culpar a una persona por 160 años de prisión, ya que no durara de vida todo ese tiempo lo que deberían de haber hecho es privarlo de la vida con la pena capital, pero no fue así, podemos observar como la competencia jurídica en cada estado dentro de Estados Unidos es diferente ya que no en todos es aceptada la pena de muerte, como es el caso en México al ser un estado Federal esta compuesto de otros estados que cuentan con autonomía y de igual manera no esta regulado con las mismas penas en un estado que en el Distrito Federal por ejemplo.
ResponderEliminarEs ilógico que a una persona le imputen 160 años de prisión!! por favor! al pobre hombre no le va a alcanzar la vida para purgar esa condena. Lo más preciso es que le hubieran dado cadena perpetua y no 160 años, los cuales nunca llegará a cumplir.
ResponderEliminarEn concordancia con mi compañera Michel considero que es ilogico que le den a un hombre 160 años de prision solo falta que le aplaudan por el crimen que cometio yo estoy a favor de la pena de muerte para estas personas que solo ocupan y gastan impuestos de los ciudadanos en las carceles que ademas estan sobrepobladas como es el caso de las carceles mexicanas
ResponderEliminar